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Trascendencia


En el caso de la máquina humana el diseño de se mecanismo es tal, que siempre ordenará a esta hacer lo que la haga trascender, o al menos, esa siempre será su intención.

Como toda máquina, la máquina humana tiene una tarea en específico. Así, si un vehículo tiene una tarea, que es la de transportar algo, la máquina humana también tiene una tarea.  La tarea de la máquina humana se puede resumir en una sola palabra: Trascendencia.

Con trascender se entiende, simplemente, el extenderse en el tiempo. Eso es para lo que el mecanismo de la máquina humana está diseñado y por tanto la tarea de la máquina humana.

La forma en que se puede extender en el tiempo o trascender la máquina humana es de dos maneras, una de ellas es manteniéndose viva y la otra es reproduciéndose. Es por esto que el instinto de supervivencia y el instinto de reproducción son herramientas del instinto principal que es el de trascendencia.

Como herramienta del instinto de trascendencia, la tarea primaria del instinto de supervivencia es evitar la muerte, pero su último fin es la trascendencia. Así mismo, la tarea del instinto de reproducción es que la máquina humana se reproduzca, pero su último fin es la trascendencia.    

Siempre, el cuerpo de la máquina humana se va renovando, de manera que en unos años ya no es la misma materia que fue algún día. Se forma una cadena de células que se extiende a lo largo del tiempo; que trasciende. Después, en algún momento de la vida, aunque no sea la misma máquina humana, sí será una extensión de ciertas células que alguna vez existieron, esto es la trascendencia.

La reproducción no parecería que es una manera de trascender porque ¿Qué relación tiene el reproducirse con extenderse en el tiempo?

La máquina humana no se ve a sí misma como una sola cosa, se ve más bien como un grupo de cosas que trabajan en conjunto y con un solo fin. La máquina humana se ve a sí misma como lo que es: un grupo de células. Entonces lo que busca es que sus mismas células vivan por mucho tiempo y de ahí la reproducción cobra sentido. 

Un individuo es como una colonia de hormigas. Una colonia de hormigas se comporta como un solo ser, como si cada tipo diferente de hormiga fuera un órgano distinto del cuerpo; por ejemplo que la reina fuera los órganos reproductores, las obreras las manos o la boca, las soldados los anticuerpos. Se podría pensar que una hormiga tiene una vida muy corta e insignificante, pero si se piensa en una colonia de hormigas como un solo ser se podría ver que tienen una vida muy larga y que son en realidad un ser más grande que muchos otros. Las hormigas, individualmente en una colonia de hormigas, son como las células del cuerpo de un animal mayor.

Si una persona sufre de una quemadura ligera, inmediatamente comienza a sanar, en una colonia de hormigas también sucede esto. Si mueren varias hormigas esto no significa que muera la colonia, las hormigas son reemplazadas; como las células de un cuerpo al morir estas.

Una colonia de hormigas es como un animal mayor. Una sola hormiga no es capaz de sobrevivir, se requiere de las demás, así como el cuerpo de la máquina humana no puede sobrevivir sin corazón, por ejemplo.

Esto también sucede en los panales de abejas, se puede ver que cuando un intruso pone en peligro a la colonia, las abejas la defienden picando al intruso, pero cada una de las abejas que pican muere, algo que al parecer va en contra de la supervivencia. En realidad no va en contra de la supervivencia, porque una sola abeja no está considerada como un ser completo, sino como un elemento del ser que todas las abejas en conjunto son.

En estos casos, las abejas y las hormigas, vistas como un solo ser también tienen el mismo objetivo que la máquina humana: trascender. Una persona puede sacrificar cualquier parte de su cuerpo si a cambio de eso trasciende, igual hacen las abejas o las hormigas sacrifican cualquiera de ellas para que sobreviva la colonia.    

Ahora, el comportamiento de la máquina humana se puede entender mejor si se le ve a esta como a una colonia de hormigas, en donde cada una de sus células son cada una de las hormigas.

La finalidad de las hormigas es trascender, o sea, que esa colonia continúe por siempre. La finalidad de la máquina humana es la misma: que las células de su cuerpo continúen vivas por siempre.

La reproducción es una herramienta para lograr trascender, las células del cuerpo de un individuo pasan a otro cuerpo y cuando el primer cuerpo muere quedan sus células en el otro. Como si la colonia se extendiera y continuara con vida.

Para que la “colonia” de células de un cuerpo siga viva se tienen que cumplir dos cosas: una, que las células de ese cuerpo se conserven vivas y la segunda es que se formen nuevas células en nuevos cuerpos, porque un solo cuerpo no puede vivir por siempre, se pretende algo así como extender la “colonia” de células a cuerpos más jóvenes y con mayor probabilidad de vida.

Para trascender se requiere de hacer continuamente dos cosas. Una de ellas es conservar la vida, porque hacer eso significa trascender continuamente y aparte se necesita estar vivo para poder realizar la otra cosa.

Lo segundo que se tiene que hacer es reproducirse. Al reproducirse se extiende la “colonia” de células a un cuerpo más joven y por tanto con más probabilidades de extensión en el tiempo.

Una vez que se ha reproducido el individuo, se debe de conservar la vida del nuevo individuo portador de la colonia de células originales.

            El comportamiento humano cumple con la siguiente ley: El comportamiento de la máquina humana siempre tiene la intención de trascender. Sabiendo esto se puede entender todas las acciones que realiza la hombre.