Libre albedrío

Libre albedrío

            El mecanismo de la maquina humana además de la información con la que funciona este son los responsables de sus acciones. Un mecanismo puede ser considerado como un programa; un programa que indica a la máquina qué hacer si sucede tal cosa, es decir le dice a la maquina: “si sucede esto, entonces haz esto.

Se tiene la idea de que el mecanismo de la máquina humana es el libre albedrío, que sería algo como: “Si sucede esto, entonces haz lo que quieras”. Esto quiere decir que, si el mecanismo de la maquina humana es el libre albedrío, no importa la información que entre en dicho mecanismo, siempre la reacción que tenga la máquina humana será una impredecible.

La manera en que actúa un ser humano parece impredecible, pero no lo es. Su comportamiento depende, simplemente, de un programa muy sencillo con una gran cantidad de información, probablemente toda conocida, pero tan grande que nada  podría calcularla.

            El comportamiento de la máquina humana se puede predecir si se reduce la cantidad de información en el programa del comportamiento esto es los puntos de información que se tiene en el cerebro y los puntos de información que vienen del ambiente. El programa dice sencillamente que se haga la acción que más ayude a la trascendencia.     

            Se cree que la conciencia es la encargada de decidir las acciones de la máquina humana, pero la máquina humana puede funcionar perfectamente sin conciencia, así como algunos piensan que los animales no tienen conciencia y así como mecanismos tan complejos como androides funcionan sin conciencia; solo con un programa.

No se puede saber si todo ser humano tiene conciencia. No se puede saber si todos los “robots humanos” tienen a alguien observándolos siempre, pero independientemente de si lo tuvieran o no, funcionarían bien de cualquier forma.   

            Si se tiene a una máquina cuyas acciones dependen de una gran cantidad de variables del ambiente, no sólo de una, dos o tres, se puede ejemplificar un supuesto libre albedrío. Cualquier otra máquina que sea sencilla, realiza actividades que pueden ser predichas fácilmente por la mínima cantidad de información de la que dependen sus acciones. Una máquina compleja, al realizar actividades que dependen de un número grande de variables, tiene un comportamiento que es, prácticamente, impredecible, pero esto no quiere decir que realice las actividades que ella quiere.   

           

El verdadero programa de la maquina humana es el de la trascendencia. Al saber que el mecanismo de la máquina humana ordena a esta tener el comportamiento que tiene y que este comportamiento siempre tendrá la intención de trascender queda descartado que el libre albedrío es el mecanismo de la máquina humana.

Para la máquina humana, lo único que existe es información y la información sólo proviene de las máquinas, entonces si el mecanismo de la máquina humana fuera el libre albedrío, entonces no existiría ya que para que su mecanismo sea el libre albedrío, su entrada tendría que ser, solamente, su salida o parte de esta, pero nada más podría formar parte de su entrada ya que si lo hiciera, esa otra parte también estaría controlándola lo que haría que su control no sólo dependiera de ella misma.

Por tanto, si toda la salida entra y no entra nada más que lo que sale, entonces no habría en el ambiente información que evidenciara su existencia, por tanto no existiría. 

Como se decía anteriormente, si se aislara la entrada de la máquina de la información del ambiente, permitiendo a su vez que la información de la salida llegue al ambiente, podría tenerse libre albedrío. Si se diera esto saldría información de la máquina humana al ambiente y no entraría del ambiente nada de información, por lo que la cantidad de materia de la misma disminuiría con el tiempo en lugar de aumentar. Además, para esta máquina humana, no existiría nada más que ella misma.

 Aunque se puede hacer una actividad que perjudique la trascendencia propia, dicha actividad no se realiza con esa intención.

Si existiera el libre albedrío, el hombre podría realizar alguna actividad con la intención de perjudicar su trascendencia y esto nunca se ha visto. Mover un brazo, pestañear o brincar, todo tiene, como fin, trascender.    

            El libre albedrío significa que las acciones que se realizan dependen de la misma máquina que las realiza. Si existe el libre albedrío, no podría existir la comunicación entre las máquinas humanas, porque para tener libre albedrío, se necesitaría que la información que se usara para trabajar fuera, únicamente, propia y no del exterior. Al existir la comunicación, la información externa a una máquina humana afecta a dicha máquina humana lo cuál modifica su comportamiento y esto se puede ver en la vida cotidiana, por ejemplo: si hace frío, la máquina humana tiembla. El frío es información del ambiente que no proviene de la salida de la máquina humana y esta información que es el frío tiene como salida el temblar. 

            Se tiene, algunas veces, que la orden que el mecanismo de la máquina humana da perjudica inmediatamente a la trascendencia y esto se da porque en el ambiente pudo haber habido información que no se tomó en cuenta, no porque el diseño del mecanismo de la máquina humana haya tenido la intención de perjudicar su trascendencia, sino por falta de capacidad para captar más información.