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Conciencia


Conciencia

Dentro de lo que es el ser humano hay algo que se le llamara conciencia. Esta se encuentra en un lugar diferente al universo de la maquina humana. El universo de la conciencia no es mecánico, por lo que todas las reglas de la mecánica no se aplican a esta.



            La conciencia es el verdadero yo del ser humano; es el ser en sí. El cuerpo o máquina humana es ajeno al yo, que es la conciencia. Una definición sencilla de la conciencia es: “La conciencia es el saber de la propia existencia”.

Esta es la máxima explicación que se puede tener para la conciencia. No se puede entender. Lo que se puede saber es que la razón de no poder entenderla es que no es una máquina por lo que ni siquiera existe para la máquina humana.    

La conciencia es capaz de saber qué pasa en la máquina humana, pero la máquina humana no es capaz de saber qué pasa en la conciencia, la conciencia no afecta a la máquina humana. Hay información entre la máquina humana y la conciencia, pero solo fluye desde la máquina humana hacia la conciencia, no de la conciencia hacia la máquina humana.
Si la conciencia existe, la información fluyendo de la máquina humana hacia la conciencia es la única situación en donde se puede ver a la información capaz de fluir en un solo sentido, pero incapaz de fluir en sentido contrario. Esto quiere decir que la conciencia sabe lo que sucede en la máquina humana, pero la máquina humana no sabe lo que sucede en la conciencia.

            El ser humano podría no tener conciencia, pero aun con conciencia este no es más que una máquina muy compleja, ya que la conciencia no afecta a su comportamiento porque no hay información que fluya de la conciencia hacia la máquina humana.

Para que la máquina humana funcione no necesita más que la mecánica. La conciencia es completamente ajena al funcionamiento de la máquina humana, no lo altera en absoluto.

La conciencia simplemente es un observador de la máquina humana; presencia toda su vida, todo el tiempo, pero sin la capacidad de alterarla.  

Sentimientos

La conciencia es parte del ser humano, presencia la vida de la máquina humana, pero no afecta en absoluto el comportamiento de esta. Para la conciencia no existe la energía, ni las variables de entrada ni de salida; tampoco existe la comunicación ni los mecanismos. La conciencia es los sentimientos solamente.

La manera en que la conciencia se entera de lo que sucede en la máquina humana es algo así como si la máquina humana emitiera un sentimiento, como si fuera este un sonido y la conciencia lo captara como si tuviera oídos, parecería, pero no se puede decir que se trate de comunicación; esta sucede sólo entre máquinas. Con la comunicación, además, la información se da en ambos sentidos, o sea que si la conciencia supiera lo que sucede en la máquina humana por medio de la comunicación, la máquina humana también sabría lo que sucede en la conciencia, lo cual no ocurre. Los sentimientos dependen de lo que está pasando en la máquina humana, pero lo que sucede en la máquina humana no depende en absoluto de lo que pasa en la conciencia. Esto porque lo único que puede afectar a una máquina es otra máquina. Debido a que la conciencia no es una máquina, no hay manera que esta afecte a la máquina humana, es por eso que la máquina humana no sabe de la conciencia, pero ¿Cómo es que la máquina humana habla de la conciencia, si no sabe de ella?      

La máquina humana  habla de la conciencia porque existe la idea de su existencia, pero esto es sólo una hipótesis. Cuando la máquina humana habla de sentimientos en realidad está hablando de valores físicos en ella. La máquina humana puede expresar la idea de un sentimiento, pero jamás podrá describirlo. Por ejemplo: podrá decir que un color es algo más que una señal física, pero jamás podrá saber si otra máquina humana tiene el mismo sentimiento que ella al presenciar esa misma señal física. 

En el ser humano, lo que siente es la conciencia, la máquina humana no siente. La máquina humana identifica situaciones y actúa, la conciencia siente la situación en la que se encuentra la máquina humana sin una finalidad aparente.

Si para la máquina humana el calor es una señal eléctrica de cierta frecuencia, para la conciencia el calor es el sentimiento de calor. Si la máquina humana capta el color rojo, es porque esta información entra por los sentidos y va al cerebro como señales eléctricas, que, al compararlo con la información guardada, se cataloga como algo llamado “color rojo”. No viaja como el color, sino como una señal eléctrica y eso es lo que siempre es para la máquina humana. La conciencia, en cambio, lo presencia como el color rojo.

El sabor salado es captado por el sentido del gusto y se manda al cerebro como una señal eléctrica, no como sabor salado, aunque sí con una frecuencia que hace que el identificador lo identifique como “sabor salado”. La conciencia, en cambio, lo siente como sabor salado.  

Se podría pensar que los sentimientos son estímulos para la máquina humana, pero en realidad, los sentimientos, son la conciencia. Un sentimiento no podría hacer que ninguna máquina funcione. Un sentimiento no afecta en ninguna manera a la máquina humana porque ningún sentimiento existe en la máquina humana.   

            Si una mano está en el fuego, la temperatura hace que el sentido del tacto cree una señal eléctrica que viaja por el sistema nervioso, el identificador procesa esa señal deduciendo que la mano se está quemando y reacciona quitándola. La conciencia, simplemente, tiene un sentimiento de calor extremo. La máquina humana, al poner una mano en el fuego accidentalmente, lo que hace es quitarla de inmediato. El sentimiento de calor extremo en la conciencia no es el causante de que la mano se quite del fuego porque la conciencia no altera el comportamiento de la máquina humana. El causante de que la mano se quite del fuego es el identificador que, debido a la situación que identificó, ordenó la reacción de quitar la mano.

La reacción que le correspondía a esa situación era la que quitar la mano, aunque  el sentimiento hubiera sido  frío, comezón u otro diferente al de calor, la reacción de la máquina humana hubiera sido quitar la mano por ser dicha reacción la correspondiente a esa situación.   

            Se tiene que, en la máquina humana, entran variables todo el tiempo, estas variables son suficientes para que la máquina humana funcione. Que la máquina humana usara a los sentimientos para funcionar, además de las variables de entrada, sería redundante.

El sentimiento de dolor, por ejemplo, no es un estímulo para que se haga algo que evite la situación en la que se está. El sentimiento de dolor es, simplemente, la conciencia que presencia una situación en específico que vive la máquina humana.

El trabajo de decidir repetir la reacción que provoca el sentimiento de placer en ciertas situaciones no lo hace la conciencia, sino el identificador  y no porque provoque placer, sino porque, según la situación, esa reacción es la correspondiente. El identificador no requiere de ningún estímulo para decidir repetir una reacción. Por ejemplo: al sentir hambre, el cuerpo no está pidiendo comida. El cuerpo no pide nunca nada, el cuerpo es simplemente una máquina. Se come porque a esa situación le corresponde esa reacción: comer.

Una misma variable puede indicar distintas situaciones con sólo cambiar su magnitud. Al cambiar la magnitud de la variable, al igual que cambia la situación, cambia el sentimiento. Por ejemplo: Si una máquina humana toca a otra, puede indicar que quiere llamar su atención. Ahora, si la presión con la que la primera máquina humana toca a la otra llega a una magnitud mayor, puede indicar una agresión. La situación cambió de un llamado a una agresión, por lo tanto la reacción y asimismo el sentimiento. La situación cambia tan drásticamente como el sentimiento, aunque la variable sea la misma.

            Las variables con las que funciona la máquina humana tienen un rango en el cual esta tiene un funcionamiento óptimo. El hecho de que la máquina humana esté funcionando con las variables en ese rango normalmente implica que todo está bien, si bien puede no estar trascendiendo, tampoco está perdiendo trascendencia, la reacción normalmente es continuar como se está y en la conciencia hay un sentimiento débil, se puede decir que no se tiene un sentimiento en específico. Si La máquina humana, en cambio, está funcionando con las variables fuera del rango, normalmente se pierde trascendencia, aunque no necesariamente.

Cuando las variables se salen de rango, la reacción es alguna que tenga, como intención, regresarlas al rango de funcionamiento óptimo y en la conciencia, el sentimiento de esa situación es diferentes tipos de dolor y es tan fuerte el sentimiento como fuera del rango esté esa variable. 

El sentimiento de hambre es una especie de dolor, normalmente cuando se siente esto es porque se está perdiendo trascendencia, aunque no necesariamente; puede ser que se trate de un individuo obeso que necesite adelgazar. En esta situación algún valor de alguna variable está fuera de rango, situación a la cual le corresponde la reacción de comer, esta reacción regresa la variable a su rango óptimo o al menos eso pretende.

Hay tantos sentimientos como situaciones y así como cada situación tiene su propia reacción, también tiene, su propio sentimiento.

La máquina humana puede, de alguna manera, perder la capacidad de guardar información en algún momento de su vida. Cuando esto sucede se cree que, durante ese tiempo, no se tuvo conciencia ya que no se recuerda nada. El perder la capacidad de guardar información durante un tiempo no implica que se haya perdido también la conciencia.

El mecanismo de la máquina humana puede determinar que la reacción que corresponde a alguna situación vivida mientras el cerebro está dañado sea guardar  información. Si esto sucede, el guardado de información no se podrá llevar a cabo por estar dañado el cerebro y, posteriormente, no se tendrá disponible información de ese momento. La máquina humana no puede recordar nada porque el cerebro estaba dañado, no porque la conciencia estuviera dañada. La conciencia pudo haber estado ahí siempre.

Por otro lado, durante algún momento de la vida de la máquina humana, su mecanismo pudo haber ordenado guardar información. Si la máquina humana lo hizo, posteriormente, esta puede vivir una situación con información proveniente de ese momento, pero así como el hecho de que no haya guardado información por haber estado dañado el cerebro no implica que no se haya tenido conciencia, el que sí se haya guardado información tampoco implica que la conciencia haya estado presente durante el momento de donde provine la información. Que se tenga o no información del pasado no es prueba de que sí o de que no se haya tenido conciencia en el pasado.

La máquina humana puede detectar, solamente, variables físicas que son los puntos de información y la conciencia no tiene ninguna variable física, por lo que no se puede detectar. La máquina humana puede detectar a otras máquinas humanas o a otras máquinas cualquiera, pero no puede detectar conciencias porque las conciencias no son máquinas. Es decir: una máquina humana no puede saber si las demás máquinas humanas tienen consciencia y ni siquiera puede saber si ella misma posee una y es por esto que, para la máquina humana, es tan seguro que, en un pasado, se haya tenido conciencia como es tan seguro que no se haya tenido y no tan sólo eso: también es tan seguro que se haya tenido conciencia en el pasado como es tan seguro que se tenga conciencia en el presente.

            Si la máquina humana no puede detectar a la conciencia, entonces: ¿Cómo es que la máquina humana habla de la conciencia?

            La máquina humana no habla de la existencia de la conciencia, más bien habla de la existencia de sí misma. Cuando la máquina se refiere a sí misma, la conciencia tiene el sentimiento de estar consciente.

La existencia de la conciencia es una hipótesis, ninguna máquina humana la puede detectar y por tanto no puede saber cómo es, ni si existe. La prueba de esto es la imposibilidad de explicar los sentimientos que son la consciencia. Nadie puede decir de qué color ve el color café por ejemplo, simplemente se tiene convenido que cierta información en específico se le diga “color café”, pero esto lo dice la máquina humana; todo sucede a nivel de la máquina humana. En la conciencia puede suceder que se vea el color café, verde y el verde café. Nunca una máquina humana, que es la que habla, podrá explicar cómo son, en la conciencia, los sentimientos.  

Toda acción de la máquina humana depende de su mecanismo, por un lado y por otro lado de los puntos de información. Los puntos de información tienen como procedencia el exterior de la máquina humana. El mecanismo de la máquina humana nunca cambia, pero si los puntos de información. Se puede decir entonces, que lo que controla el comportamiento de la máquina humana son los puntos de información, los cuales provienen del exterior y por consiguiente se puede decir que el comportamiento de la máquina humana depende del ambiente en el que se encuentre esta.  

            Todas las máquinas incluyendo la máquina humana funcionan con información que proviene del exterior, no pueden utilizar información cuyo origen sea ellas mismas. Aun cuando la máquina humana utiliza información almacenada en la memoria, esta información no tiene como procedencia la memoria. 

            Una máquina toma información del exterior y expulsa información al exterior. Sí no expulsara información al exterior una máquina, entonces no se haría notar y por tanto no existiría. Si una máquina tomara información de sí misma para funcionar y expulsara información al exterior para existir, entonces desaparecería cuando se acabara esa información, porque la información es materia. Si tomara información de sí misma y no expulsara información al exterior entonces no existiría o sólo existiría para ella misma. Es por esto que toda máquina que existe toma información del exterior y expulsa información al exterior.